30 de enero de 2013

Decoración naturalista

No sé si os pasa lo mismo que a mi pero el color verde de la naturaleza me da vida. Cada vez que vuelvo a mi tierra me siento renovada y es por eso que la morriña me ha llevado a crear esta entrada.

En mi casa siempre hemos tenido plantas, cada vez menos aunque nunca hemos llegado a tener muchas, pero cuantas más cosas tienes menos espacio queda. Ahora mismo tenemos dos flores de pascua que extrañamente han sobrevivido desde Navidad, un ficus, perejil (no puede faltar) y una rama de bambú.

Hace unas semanas casi perdemos el bambú porque seguimos unas indicaciones de Internet y empezó a secarse, pero nos aconsejaron unas especie de perlitas nutritivas que han hecho que reflote.

A mi siempre me ha gustado tener un cáctus al lado del ordenador pero con dos gatos es peligroso. Lo que hoy os traigo es algo que no necesita agua y que nos aporta la alegría visual de la naturaleza misma:



Tenéis dos opciones: o lo hacéis con plantas de verdad que podéis encontrar en parques y campos o compráis materiales de maquetismo para que os dure eternamente vuestro rincón verde.

Si no tenéis gatos ni riesgo de que se vierta un vaso con agua, esta es otra opción estupenda:


Es algo más minimalista y tiene un punto muy agradable.

Y por último, si sois más de madera y tierra, este os encantará:


CONSEJO DE HOY:
Muchas personas piensan que para que algo sea original, llamativo e interesante, hay que dejarse mucho dinero, pero no es así. Al igual que otras culturas y ecosistemas llaman nuestra atención también debemos aprender a valorar el nuestro.

Adié!

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