En mi casa siempre hemos tenido plantas, cada vez menos aunque nunca hemos llegado a tener muchas, pero cuantas más cosas tienes menos espacio queda. Ahora mismo tenemos dos flores de pascua que extrañamente han sobrevivido desde Navidad, un ficus, perejil (no puede faltar) y una rama de bambú.
Hace unas semanas casi perdemos el bambú porque seguimos unas indicaciones de Internet y empezó a secarse, pero nos aconsejaron unas especie de perlitas nutritivas que han hecho que reflote.
A mi siempre me ha gustado tener un cáctus al lado del ordenador pero con dos gatos es peligroso. Lo que hoy os traigo es algo que no necesita agua y que nos aporta la alegría visual de la naturaleza misma:
Tenéis dos opciones: o lo hacéis con plantas de verdad que podéis encontrar en parques y campos o compráis materiales de maquetismo para que os dure eternamente vuestro rincón verde.
Si no tenéis gatos ni riesgo de que se vierta un vaso con agua, esta es otra opción estupenda:
Y por último, si sois más de madera y tierra, este os encantará:
Muchas personas piensan que para que algo sea original, llamativo e interesante, hay que dejarse mucho dinero, pero no es así. Al igual que otras culturas y ecosistemas llaman nuestra atención también debemos aprender a valorar el nuestro.
Adié!
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