Empecé este proyecto en el más profundo paro tras haberme pasado toda una vida estudiando. Cuanto más estudiases, más promesas había de futuro, puestos de trabajo, remuneración, calidad de vida... Pero debe ser que cerraron el cupo cuando aun estábamos pagando la matrícula del primer año de carrera.
Dejé este blog en marzo de 2014, porque había conseguido trabajo un año antes (nada que ver con lo que estudié pero a ver quién se atrevía a quejarse) y tenía un horario muy irregular. Llegó un momento en el que el cansancio y los horarios de trabajo eran incompatibles con este proyecto, y os tuve que abandonar.
Como cualquier persona que tenga ordenador y haya dejado abandonada alguna red social, página de algun tipo o blog, sabréis que me acordaba de ello diariamente, pero no le podía dedicar tiempo. ¡Ha habido temporadas que ni si quiera encendía el ordenador!
La cuestión es que las casualidades de la vida me llevaron a colaborar con un estudio de tatuaje por esa epoca y, pasado un tiempo, me volví necesaria de alguna manera allí. Así que una vez terminado el contrato en mi anterior trabajo, el que hoy es mi jefe y mentor, decidió que ese era mi sitio. Y no puedo estar más feliz de haber llegado al estudio para quedarme.
Tras unos intensos meses de aprendizaje junto a mi jefe, hoy soy aprendiz de tatuaje y he vuelto a pintar y a exprimir mi mayor talento desde que cogí un lápiz por primera vez.
Ahora empiezo un nuevo camino en el que he tomado otro rumbo y en el que espero que sigáis conmigo. No os voy a traer manualidades de las que acostumbraba pero sí diseños y trabajos relacionados con mi campo, que es otro tipo de manualidad.
Os contaré cosas que me gustan y que no me gustan dentro de este mundo ya que hay muuuuuuuucha ignorancia alrededor de esta profesión. Me gustaría tambien que en futuras entradas, si os sentís identificad@s, tenéis dudas o alguna observación, me lo comentéis porque siempre podemos aprender algo nuevo.
Sin más, inauguro de nuevo este blog, con nueva imagen y nuevo nombre.
Soy Sonia Barnum y os auguro un proyecto prometedor.
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Orgullo es poco!
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