Conocida como mala tibetana o mala nepalí, este collar con 108 cuentas y un pequeño plumero de hilos, es un
rosario budista con un uso muy similar al de los rosarios del
cristianismo. En este caso, las bolas son para contar oraciones sagradas
(mantras) durante un período de recitación. Se puede usar el Mala para
cualquier rezo sagrado de cualquier tradición espiritual o religiosa.
Que
esté compuesta por 108 bolas se debe a que es un número sagrado
relacionado
astrológicamente a las 12 casas astrológicas, multiplicadas por los 9
planetas en nuestro sistema solar. "La Cuenta del Gurú" (por lo general
ligeramente más grande), que es donde el Mala se termina en la borla,
es un recordatorio de la deboción sagrada al Maestro o Gurú.
Yo
ya he tenido 4 malas. La primera se me rompio en una carrera hacia los
tornos de la Renfe para no perder el tren... Os podéis imaginar como
quedó el suelo, y yo sin saber si recoger las cuentas para que no se
matara nadie o seguir corriendo.
Tras esta traumática pérdida espiritual, mi hombre decidió buscar un lugar donde vendieran malas y dió con uno en el que compró dos que unió para que tuviesen 108 cuentas (las hay de muñeca con un número inferior de cuentas).
Pasado el tiempo, me di cuenta de que la mala era excesivamente larga y era porque tenía más de 108 cuentas, así que fue cuando decidí cortarla y rehacerla, junto con las pocas bolas que salvé de la primera mala.
Comprobé que era más sencillo de lo que parecía, ya que no siempre tienen porqué llevar la cuenta del Gurú, asi que cogí hilo gordo marrón y rojo, compré cuerda y algunas bolas más y me dispuse a empezar.
Pues bien, el resultado han sido 3 malas de 108 bolas, las cuales una de ellas se la he dado a mi hombre por su esfuerzo. Realicé dos con borla roja y una con borla marrón, pero en imágenes Google podéis encontrar muchos más colores para elegir.
CONSEJO DE HOY:
A pesar de que parezca un complemento muy hippie y de moda, conlleva siglos de sabiduría y cultura oriental en relación a la búsqueda espiritual que siempre debe ser respetado. Si os lo ponéis, lleváis un símbolo que representa vuestra forma de pensamiento, al igual que los rosarios cristianos, tenedlo en cuenta.
Adié!